¡La guerra de las películas: Trump amenaza la industria australiana!
Mientras productores de todo el mundo se reunen en la costa dorada australiana para la conferencia anual Screen Forever, una bomba mediática estalla: Donald Trump anuncia un arancel del 100% a todas las películas producidas fuera de Estados Unidos.
El escenario es surrealista. Más de 600 delegados, provenientes desde Australia hasta Turquía, se reúnen en un evento que busca fomentar la colaboración y el crecimiento de la industria cinematográfica. Y ahí está Trump, robándole el protagonismo con una medida que genera incertidumbre y preocupación a nivel global.
¿Un golpe bajo para Australia?
La industria australiana ya estaba luchando por imponer cuotas de contenido local en las plataformas de streaming, un tema que se ha vuelto aún más urgente tras la victoria del nuevo gobierno liderado por Anthony Albanese.
Matt Deaner, CEO de Screen Producers Australia (SPA), no esconde su frustración: «Vivimos en tiempos interesantes, tal vez demasiado interesantes», dice con ironía. «La industria cinematográfica ya era un campo de alto riesgo, pero ahora se enfrenta a una inestabilidad sin precedentes».
¿Y qué pasa con el arancel de Trump?
Nadie sabe a ciencia cierta las implicaciones de esta medida para la industria australiana. Algunos temen que sea un duro golpe, mientras que otros esperan que el gobierno australiano pueda negociar un acuerdo favorable.
Lo que está claro es que la batalla por el futuro del cine se está librando en varios frentes. Y Australia, con su rica historia cinematográfica y sus talentosos creativos, no puede quedarse al margen.
En resumen:
Trump amenaza la industria cinematográfica global con un arancel del 100%, justo cuando Australia lucha por establecer cuotas de contenido local. La situación es incierta, pero lo que está claro es que se avecinan tiempos convulsos para el cine.