Adiós a las redes: Pete Davidson encuentra la paz fuera de internet
Pete Davidson, el cómico y actor conocido por sus tatuajes, relaciones mediáticas y sentido del humor ácido, ha decidido dar un paso atrás del frenético mundo de las redes sociales. Aunque muchos se pregunten si estará al tanto de los memes que lo retratan o las reacciones a su reciente eliminación masiva de tatuajes, la respuesta es simple: no le importa.
En una entrevista con Entertainment Tonight, Davidson reveló que, aunque ha sido objeto de innumerables virales, ya no necesita estar conectado para saber qué se dice de él. Si algo es realmente importante, alguien se lo dirá.
Su decisión de abandonar las redes sociales, según él, ha transformado su vida. «No hay manera de que vuelva», afirma Davidson, «a menos que sea por algo que realmente, realmente me importe». Para el comediante, la ansiedad que generan las redes sociales es abrumadora y lo aleja de lo que realmente importa: su familia y su trabajo.
Davidson no es ajeno a los desafíos de la salud mental. Ha sido abierto sobre sus luchas con la adicción y la depresión, agravadas por la presión mediática. Ahora, sobrio por más de un año gracias al apoyo de sus seres queridos, Davidson disfruta de una vida más tranquila, alejada del ruido digital.
Aunque su novia, la modelo Elsie Hewitt, sí está presente en Instagram, Davidson parece haber encontrado la felicidad lejos de las pantallas. Incluso Ariana Grande, su ex prometida, cree que está listo para esta nueva etapa como padre.
La noticia de la paternidad de Davidson ha sorprendido a muchos, considerando sus decisiones pasadas y su imagen pública algo turbulenta. Sin embargo, su madurez reciente y su enfoque en el bienestar personal sugieren que puede ser un padre ejemplar.
La historia de Davidson nos invita a reflexionar sobre nuestra propia relación con las redes sociales. Si incluso una estrella como él puede encontrar paz desconectado, ¿por qué no podemos intentarlo nosotros también? Quizás, al igual que Davidson, descubramos que la vida real es mucho más gratificante que la virtual.
