El amor y la supervivencia en un Seattle post-apocalíptico: Análisis del Episodio 4 de The Last of Us
Después de la brutal masacre serafita que Dina y Ellie presenciaron la semana pasada, es fácil caer en la trampa de etiquetar a Isaac como el villano. Sin embargo, el episodio nos recuerda con sutileza que en este mundo no existen héroes ni villanos, solo sobrevivientes aferrados a sus seres queridos. Según un prisionero serafita, los WLF rompieron una tregua ancestral, mientras que Isaac asegura que fueron los serafitas quienes la violaron, perpetuando así un ciclo de violencia.
Dina y Ellie, en su búsqueda de Abby y los Wolves, se ven envueltas en este conflicto. Al investigar una antigua estación de televisión ocupada por los WLF, descubren la macabra escena: varios Wolves mutilados a manos de los serafitas. La llegada de un equipo de respuesta WLF obliga a Dina y Ellie a luchar por su supervivencia.
El dúo se ha convertido en uno de los puntos álgidos de esta temporada, y el episodio 4 solo refuerza esa dinámica. Antes de enfrentar a Wolves e infectados, encuentran refugio en una tienda de música abandonada. Ellie, conmovida, toca «Take on Me» de A-ha mientras Dina la observa con amor. Esta escena, crucial en *The Last of Us Part II*, ofrece un respiro de paz entre la violencia y el caos que Seattle les presenta. Además, muestra a Ellie duelando por la memoria de Joel a través de la música, conectándose con su pasado. La canción también evoca recuerdos de Riley (*Storm Reid*) y su última noche juntas en el centro comercial, recordándonos la vulnerabilidad oculta bajo la dura fachada de Ellie.
Pero la calma es efímera. Dina y Ellie deben huir de los WLF y una horda de infectados, repitiendo una secuencia casi idéntica al juego. En un túnel del metro abandonado, los soldados WLF son emboscados por infectados, creyendo erróneamente que el lugar estaba despejado. Dina y Ellie aprovechan la distracción para escapar, sorteando peligros en un claustrofóbico recorrido entre vagones de tren.
La tensión alcanza su punto máximo gracias a las luces rojas de las bengalas WLF y al ambiente opresivo del túnel. Incluso conociendo la historia de *The Last of Us Part II*, no pude evitar contener la respiración hasta que Dina y Ellie cruzaron los torniquetes.
Pero el peligro aún no termina. Al escapar, Dina queda atrapada en los torniquetes, a punto de ser mordida. Ellie, instintivamente, protege a Dina con su propio brazo, recibiendo la mordedura en el mismo lugar donde fue mordida por primera vez, una clara metáfora. Refugiadas en un antiguo teatro, Dina apunta su arma hacia Ellie, pensando que se está transformando. Ellie confiesa que moriría por ella sin dudarlo, pero aclara que no buscaba infectarla. Inmune, le ruega a Dina que le conceda una noche para demostrar que no se convertirá.
El episodio 4 de *The Last of Us* nos deja con el corazón en un puño, preguntándonos qué destino les deparará a Ellie y Dina en esta peligrosa búsqueda.