Charlie se instala en Nueva York (y Poker Face sigue dando que hablar)
La segunda temporada de «Poker Face» se acerca a su fin, pero antes de despedirse, Charlie decide disfrutar un poco más de la vibrante vida neoyorquina.
Episodio 10: «The Big Pump» ya está disponible en Peacock TV, con los dos últimos episodios programados para el 3 y 10 de julio, respectivamente.
Después de lidiar con peligrosos criminales como Beatrix Hasp (Rhea Perlman) en la primera temporada, Charlie parece estar disfrutando de un ritmo más relajado. Desde cocodrilos hasta equipos de béisbol de ligas menores, pasando por escuelas primarias e incluso tiendas de artículos para el hogar, cada episodio nos presenta una nueva aventura llena de misterio.
La semana pasada, Charlie se encontró en Nueva York, hospedándose en un apartamento con alquiler controlado gracias a un amigo. Allí conoció a una mujer cuyo abuela era víctima de una estafadora (interpretada por Alia Shawkat), que buscaba quedarse con el valioso apartamento. El episodio tenía un sabor muy neoyorquino, y me recordó, para bien o para mal, mi época viviendo en la Gran Manzana.
Este nuevo capítulo, «The Big Pump», continúa con Charlie en Nueva York, disfrutando de su acogedor apartamento. Allí conoce a Alex (Patti Harrison), una local que apareció en el episodio anterior. Juntas deciden probar un gimnasio cercano, sin saber que se encuentran en medio de un lío mucho más grande.
El dueño del gimnasio, Frank (Cliff «Method Man» Smith), está pasando por momentos difíciles y ha empezado a vender productos “especiales” a sus clientes, incluyendo a Rodney (Jason Ritter), un inspector sanitario ansioso que termina pagando las consecuencias. Como siempre, la serie teje una trama intrigante, dejando pistas para que Charlie resuelva el crimen.
Lo mejor del episodio es la química entre Charlie y Alex. Parece que Charlie finalmente está encontrando la paz y disfrutando de la compañía de una posible amiga. Natasha Leggero también brilla como la esposa de Frank, aunque su papel es breve pero efectivo.
Sin embargo, Cliff Smith no logra transmitir la complejidad emocional necesaria para hacer de Frank un personaje realmente memorable. Esto impide que el episodio alcance su máximo potencial.
A pesar de ello, el final es satisfactorio y deja una pizca de esperanza de que Charlie pueda finalmente disfrutar de su nueva vida en Nueva York. Pero sabiendo cómo funciona «Poker Face», sabemos que la calma será efímera. La semana que viene, la aventura continuará.