Daniel Day-Lewis: El método, la locura y el arte de la interpretación
Daniel Day-Lewis, leyenda del cine conocido por su profunda inmersión en sus papeles (¿quién puede olvidar *There Will Be Blood*, *Lincoln* o *My Left Foot*? ), ha vuelto a dar que hablar. Esta vez, no por un nuevo papel, sino por sus reflexiones sobre el método de actuación, tema que parece atormentar al mundo del cine.
En una reciente entrevista con The New York Times, Day-Lewis se muestra incómodo con la banalización del término «método», especialmente cuando se usa para justificar comportamientos extravagantes o incluso «lunáticos» por parte de actores. Para él, la verdadera esencia de la actuación reside en un trabajo interno profundo y complejo, no en exhibiciones externas ni autoflagelación.
«¿Gone full method?» (enloquecido por el método), critica Day-Lewis, señalando que esta frase se usa para dar a entender que un actor está rozando la locura. Él argumenta que la atención se centra en detalles irrelevantes, mientras que lo realmente importante, el trabajo interno del actor, pasa desapercibido.
Las palabras de Day-Lewis nos obligan a reflexionar sobre nuestra fascinación por el «sufrimiento artístico», ese mito romantizado del actor que se sacrifica por su arte. ¿Es necesario torturarse para ser un buen actor? ¿Acaso la intensidad emocional no puede canalizarse sin recurrir a comportamientos extremos?
La respuesta, según Day-Lewis, es un rotundo no. La verdadera genialidad reside en la capacidad de sumergirse en el alma del personaje, de comprenderlo profundamente y transmitirlo con autenticidad. Y eso, amigos míos, es un trabajo interno que requiere dedicación, talento y mucha sensibilidad, no un espectáculo para las cámaras.
Con su regreso a la gran pantalla en *Anemone*, película que co-escribió con su hijo, Day-Lewis nos invita a presenciar una vez más su maestría interpretativa. Una actuación que seguro será objeto de análisis y debate, pero que, sobre todo, nos recordará la importancia del trabajo silencioso, la magia invisible que se esconde detrás de cada personaje memorable.